Puresil - Ácido Orto Silícico

Puresil® Ácido orto Silícico





Contrariamente a las creencias anteriores, el Silício es uno de los 12 elementos mayores de la
composición elemental de los organismos. El Silício, incluso presente como trazas juega un papel
biológico indispensable y debe ser considerado como un elemento esencial de la vida. Es de vital
importancia para un crecimiento armonioso para numerosas especies por catálisis y-o sinergia.
La sangre humana contiene cerca de 10 mg por litro (un décimo del calcio). En todo el organismo
puede haber alrededor de 7g, mas que hierro (3 A 3,5 g), mucho mas que el cobre (100 à 150mg),
mas que el cobalto, el níquel, el zinc,…
Se encuentra especialmente en los huesos, las paredes vasculares, el bazo, los tendones, los
músculos, las suprarrenales, el páncreas, el hígado, los riñones, el corazón, la tiroides y el timo.
Estudios recientes han mostrado que el feto humano contiene mucho Silício, esta reserva está
naturalmente adaptada a la formación de los huesos, las extremidades y a su mantenimiento.


Su ubicuidad así como la pérdida masiva de Silício con la edad, en los tejidos mas ricos (pérdida superior al 80% entre la madurez sexual y el fin de la vida) explica el relativo éxito en la terapéutica de productos a base de Silício. Naturalmente, el Silício se presenta esencialmente bajo formas no solubles y poco asimilables. Por otra parte, incluso bajo la forma soluble el Silício es poco estable y tiene tendencia a polimerizarse rápidamente. Un descubrimiento importante en la segunda mitad del siglo XX, es que las moléculas de Silício orgánico han demostrado que son perfectamente asimilables y no tóxicas. Estos compuestos órgano-silicados son llamados a tomar una plaza esencial en el arsenal terapéutico. Efectivamente juegan un papel para todos los organismos vivos del que solo empezamos a comprender la importancia fundamental. Actúan siempre en el sentido de una regulación, de un restablecimiento del equilibrio. No tóxicos, representan en numerosas patologías una alternativa a tratamientos mas invasivos y menos eficaces.


1. El Silício

1.2. Las diferentes formas de Silício

El Silício no existe en estado puro en la naturaleza, únicamente en combinaciones pues reacciona rápidamente con el agua y el oxígeno. Esquemáticamente podemos considerar diferentes tipos de moléculas silicadas en función de las múltiples posibilidades de asociaciones del Silício.


1.2.1. Las formas minerales

a) El ácido orto silícico

El ácido orto silícico [Si(OH)4] o ácido silícico, es la forma soluble, disolución de sílice mineral. Todas las formas sólidas del Silício, las cristalinas o las amorfas, se disuelven en una cierta medida de agua. La ecuación de disolución del Silício en el agua se puede presentar de la forma siguiente:

(SiO2)x + 2 H2O | (SiO2)x-1 + Si(OH)4

En la naturaleza, el equilibrio que existe entre las formas minerales combinadas del Silício (sílice, silicatos) y el ácido orto silícico Si(OH)4 es ampliamente desplazado hacia esta última forma soluble. A menudo, de Ph neutro, el ácido silícico no está cargado y su solubilidad está limitada a 2 m (0,2 gr/litro).
Mas allá de esta concentración, un proceso de policondensación encierra la formación de oligómeros del ácido orto silícico o eventualmente la formación de partículas coloidales de Silício hidratado. En la naturaleza el ácido orto silícico se encuentra en el agua intersticial del suelo, en los lagos, en los ríos y en los océanos.
Por todo lo anteriormente expuesto es de vital importancia estabilizar el ácido orto silícico para mantenerlo en forma monomérica y hacerlo asimilable por el organismo en concentraciones superiores a 0,2 gr/litro.

La forma propuesta por KeyPharm es una forma estabilizada monomérica muy asimilable.


b) La sílice

La sílice, forma condensada del ácido orto silícico, existe bajo numerosas formas en la naturaleza y está muy repartida ene el mundo mineral. La sílice, SiO2, resulta de la oxidación del monóxido de Silício. La sílice se presenta sea bajo forma de cristales organizados, formas de motivos tetraédricos (los átomos de Silício están unidos entre ellos por átomos de oxígeno de forma regular) sea bajo forma amorfa (los átomos de Silício y de oxígeno se unen sin respetar el orden a media y gran distancia).

Formas cristalizadasExisten diferentes formas cristalizadas de Sílice en función de la temperatura y de la presión aplicadas en el momento de la cristalización: como ejemplo, el cuarzo y la tridimita son cristales hexagonales, mientras que la cristobalita es un cristal cúbico. En estas estructuras la sílice se encuentra prácticamente en estado puro. Solo el modo de cristalización y la densidad son diferentes. Hay que destacar que puede haber una transformación reversible de una forma cristalina a la otra, vigilando la temperatura y la presión.

Formas amorfasExisten numerosas formas amorfas mas o menos hidratadas, como la calcedonia, ágata, onyx, jaspe, ópalos, que contienen del 1 al 5% de agua. La diatomita, roca formada por las diatomeas, algas silicadas, contiene 88% de sílice y 10% de agua. El vidrio es también una forma amorfa de la sílice.

Sílice coloidal: La sílice coloidal es una emulsión estable de Sílice mineral cristalizado. Un tratamiento alcalino o ácido, en atmósfera húmeda, de sílice cristalizada, pulverizada, nos dará como resultado la sílice coloidal. Por coagulación, se producen geles mas o menos ricos en Sílice.

c) Los silicatos

Los silicatos son sales derivadas del ácido orto silícico. Están muy repartidos en la naturaleza constituyendo el 97% de la corteza terrestre. Existen numerosas variedades:
✓ silicatos ferromagnésicos: cloritas, serpentinas, anfíboles, olivinas
✓ silicatos de aluminio: feldespatos, zeolitas, micas
✓ silicatos de alúmina: turmalina, granates

Bajo estas diferentes formas, son los principales constituyentes de las arcillas, los suelos, las rocas y las piedras semi preciosas. En los silicatos la estructura de base es muy parecida a la de la Sílice: los silicatos son minerales cuyo esqueleto está formado esencialmente de tetraedros de Silício y de oxígeno (SiO4) pero adicionados de magnesio, hierro, calcio, potasio, sodio y otros elementos, lo cual no es el caso en las formas cristalizadas y amorfas de la Sílice.

d) Reparto de las formas minerales en la naturaleza

En la tierra el Silício se encuentra esencialmente en forma mineral. En particular, los silicatos constituyen
el 97% de la corteza terrestre. La vegetación terrestre contiene de media 0,15% en peso de Silício. Esta cantidad varía según las especies de plantas: es elevada en las gramíneas (trigo, cebada, avena, trigo,…) pero es débil en las leguminosas (alubias, guisantes,…) y las patatas (Powell y al., 2005).
El suelo es muy rico en Silício. Absorbido por la planta, la sílice permanece en ella, tanto en formas coloidales como solubles (acide orto silícico), circulantes o citoplásmicos, como en formas insolubles. El ácido orto silícico Si(OH)4, poco estable y que tiende de forma natural a policondensarse, es la forma de Silício mas abundante en el medio vegetal. Se encuentra en la savia de las plantas. En la planta, la sílice se localiza especialmente en las hojas y en la pared de las ramas. Juega un papel fertilizante, de mantenimiento, de protección contra los hongos y de metabolismo enzimático (Zaidi, 1995). Solo las formas solubles de Silício son perfectamente asimilables, por eso resulta que una pequeña proporción de Silício contenido en las plantas es realmente disponible para organismos como el hombre.

1.2.2. Las formas orgánicas del Silício

Silício y silicatos son formas oxidadas poco disponibles para el organismo humano. Para que el Silício sea disponible y pueda entrar en un circuito metabólico, es necesario que se rompa el enlace Si-O que es un enlace muy sólido:

Si+O2 ➡ SiO2 + 200 kilocalorías

El organismo humano es incapaz de romper este enlace. Como todos los organismos animales, es heterótrofo, lo que significa que no puede asimilar ciertos minerales que han sido extraídos del suelo por los vegetales, organismos autotrofos capaces de integrarles en los circuitos biológicos. Esta observación nos permite comprender la importancia de los descubrimientos de derivados asimilables de Silício: los compuestos organosilicados. Como principio general, se llama compuesto organosilicado a todo compuesto que contiene uno o varios enlaces Si-C o Si-O-C.

a) Los silanoles

Entre los compuestos órgano silicados, se encuentran los silanoles de fórmula general R4-n-Si-[OH]n o R puede ser un agrupamiento alkil (CnH2 n+1) o arilo (estructura aromática).
Descubiertos por primera vez en 1871 por Albert Ladenburg, los silanoles son compuestos formados de átomo de Silício sobre los cuales están directamente unidos grupos hidroxilos, lo que les confiere propiedades hidrófilas.

Los silanoles mas usados en terapia humana son:
✓ El trimetil-silanol, de fórmula (CH3)3-Si-OH
✓ El dimetil-silano-diol, de fórmula (CH3)2-Si-(OH)2
✓ El mono-metil-silano-triol, de formule CH3-Si-(OH)3

b) Las siliconas

Las siliconas o polisiloxanos, son derivados sintéticos del Silício. Son polímeros formados por cadenas alternas de átomos de oxígeno y de Silício (…-Si-O-Si-O-Si-O-…). Diferentes grupos pueden fijarse sobre los átomos de Silício. Haciendo variar la longitud de las cadenas –Si-O-, los grupos fijados y la longitud de las cadenas, las siliconas proporcionan una gran variedad de materiales. Su consistencia va, desde líquida (implante mamario) a plástico duro, pasando por geles y gomas. Las siliconas están presentes en todas partes en nuestra vida diaria, bajo forma de colas, resinas, juntas, cosméticos, material médico, aislantes de cables eléctricos, …
Generalmente, se agrupa estos productos en tres grandes familias según su estado físico (viscosidad, reticulación, propiedades mecánicas): los fluidos, las resinas y los elastómeros. Estos productos son extremadamente estables.

c) Los silatranos

Es el profesor Voronkov quien ha sintetizado estas moléculas por primera vez, en 1964 (Voronkov, 1977). Los silatranos son compuestos orgánicos construidos sobre una estructura base común con un átomo de nitrógeno. El enlace Silício-nitrógeno Si-N es muy parecido al enlace carbono-nitrógeno C-N, característico de los cianuros. Por ellos no es nada extraño que se encuentre cierta toxicidad en los compuestos siliconados.

1.2. El Silício en biología animal y humana

1.2.1. Las necesidades de Silício

El contenido total en Silício del cuerpo humano supera los 7 gramos, lo que es ampliamente superior a las concentraciones en hierro, cobre, zinc o incluso en flúor. Las necesidades en Silício del organismo se estiman entre 20 y 50 mg por día, lo que corresponde a 0,3 a 0,8 mg/kg de peso corporal en una persona de 60 kg (Bellia y al., 1994)(Pennington, 1991). Las tasas séricas en el hombre se aproximan a los 50 mg/dl, lo que hace del Silício un elemento totalmente ponderable que puede situarlo en el mismo plano que la mayoría de los oligo elementos. En el seno de la población inglesa la contribución relativa de las bebidas (agua, cerveza, café) en lo que concierne al aporte de Silício sería el 55%, los cereales y derivados el 14% y de las verduras el 8%. En nuestras sociedades modernas, industrializadas las carencias en Silício son frecuentes y pueden ser explicadas por varios factores. En primer lugar la disminución de la asimilación intestinal con el envejecimiento. El Silício, además de ser menos asimilado, su aporte tiende a disminuir en nuestra alimentación. En el pasado los hombres consumían alimentos ricos en Silício (cartílagos, tendones,
órganos internos, arroz integral, …) mientras que en nuestros días un régimen excesivamente refinado es pobre en Silício (pan blanco, cereales pelados, frutas peladas,…) (Schwarz, 1974).

1.2.2. Los aportes posibles

Se encuentra Silício en numerosos alimentos. Algunas concentraciones en alimentos las vemos en la siguiente tabla (en mg por 100 g de producto fresco).


Cuanto mas refinada es la alimentación, mas disminuyen los niveles de Silício. Los alimentos de origen vegetal y en particular los cereales no refinados (gramíneas) se deben priorizar en todos los casos pues su contenido en Silício es muy elevado (avena, cebada, arroz, salvado, …). Algunas frutas y verduras no particularmente ricas en Silício (dátiles, uvas pasas,…). En lo que respecta a productos de origen animal, para un aporte rico en Silício se priorizarán las partes cartilaginosas, los “despojos” (pulmones, hígado,…) los músculos (Zaidi, 1995).

1.2.3. El metabolismo del Silício

a) La absorción

El aporte diario de Silício (a través de la alimentación) se estima en 20 a 50 mg. Una parte importante de este Silício se elimina a través de la orina (8,7 a 33,1 mg/24 horas) lo que hace creer que el Silício que procede de la alimentación es relativamente bien absorbido. (Reffitt y al., 1999). Así, Bella y sus colaboradores han mostrado por ejemplo que el Silício, presente en la cerveza es perfectamente bien absorbido puesto que se encuentra entre 42 y 75% excretado en la orina (Bella y al., 1994). Estimado entre 9 a 14 mg por día, la absorción de Silício procedente de la alimentación depende a menudo de la naturaleza química del Silício, puesto que la absorción depende de la transformación del Silício en una forma absorbible por la pared intestinal. Benke y Osborn han demostrado que las sustancias silicadas eran menos sensibles a la hidrólisis ácida que se produce en el tracto intestinal y que permite generar formas solubles, absorbibles de Silício (Benke y Osborn, 1979). De este modo, la hidrólisis ácida de la zeolita A sería mucho mas rápida que la de un aluminio silicato de sodio. La hidrólisis de un compuesto organosilicado sería extremadamente facilitada, teniendo en cuenta la estructura monomaniaca de la molécula como sugieren los trabajos de Jugdaohsingh (Jugdaohsingh y al., 2000). Él ha podido demostrar que después de la administración del ácido orto silícico, el 53% del Silício se ha encontrado en la orina lo que es signo de una buena absorción mientras que la absorción de ácido orto silícico polimérico desemboca en un aumento marginal del Silício urinario. Se debe tener en cuenta que la absorción del Silício disminuye con la edad a razón de la ralentización de los procesos de hidrólisis intestinal.

b) El transporte

El Silício se dispersa libremente a través de los tejidos del organismo. En ayunas, las concentraciones de Silício en el plasma son de 2 a 10 μM, aumentando de 20 a 30 μM después de las comidas (Reffit y al., 1999). Los estudios han demostrado que el Silício penetraba en todos los líquidos y tejidos del cuerpo. La concentración de Silício de los líquidos humanos es similar a la del suero, excepto por la orina. El riñón está considerado como el mejor órgano excretor del Silício. En 1961, Policard sugirió la existencia de una forma de Silício a nivel sanguíneo, en forma de polímeros de moléculas de ácido silícico, conteniendo 4 o 5 unidades de Silício-oxígeno (Policard y al., 1961). Los mecanismos de entrada del Silício en el corazón de los tejidos permanecen aún hipotéticos. Si los transportadores han sido identificados en las diatomeas y en las desmoesponjas, ningún estudio se ha publicado en lo que se refiere a los mamíferos ni incluso las eucariotas superiores, se encuentra a menudo Silício en el seno de las células en el núcleo, a nivel del centriolo, lo que lleva a creer que existen modos de transporte intracelular del Silício (Henrotte y al., 1988) .

c) La eliminación

La eliminación del Silício es a la vez renal y digestiva. La eliminación fecal o digestiva corresponde al Silício exógeno no absorbible así como al Silício endógeno no reabsorbido (Zaidi, 1995). La eliminación urinaria está en función de los aportes alimenticios. De media, se ha observado que 30 a 50% del Silício ingerido, es
encontrado en la orina, lo que corresponde a una excreción urinaria del Silício que puede estimarse en 700 μmol/día, de media 4,6 a 26,7 mg en 24 horas o incluso 2,3 a 19,7 mg por litro (Jugdaohsingh y al., 2000); (Jugdaohsingh y al., 2002); (Reffit y al., 1999). Varios estudios refieren con precisión el metabolismo de excreción del Silício ingerido bajo forma de ácido orto silícico. Se pueden citar especialmente los trabajos de Popplewell que ha usado un isótopo radiactivo del Silício, el 32Si, a fin de seguir el Silício urinario por
espectrometría de masa en un hombre sano. El mismo y sus colaboradores muestran que en 48 horas el 36% de la dosis suministrada ha sido eliminada en la orina (Popplewell y al., 1998). Dos picos de  eliminación han sido puestos en evidencia, uno 2,7 horas después de la absorción y el segundo 11,3 horas después. Otro equipo de científicos ha estudiado la cinética de excreción del Silício siguiendo la ingesta de ácido orto silícico disuelto en agua a una concentración variable de 27 a 55 mg/L y esto, en 10 individuos sanos. Basándose en la excreción urinaria, la asimilación ha podido ser estimada en torno al 50%. La  concentración de Silício en la sangre alcanzaba un valor máximo 1 hora después de la absorción (Reffitt y al., 1999).

En lo que concierne al Silício mineral, solo una parte de lo que es asimilado, es inmediatamente eliminado. Esta eliminación permite evacuar un eventual exceso. 

Cualquiera que sea el tipo de aporte (mineral, ácido orto silícico, …), hay que tener en cuenta que en el caso de un aporte muy débil en Silício, la eliminación se mantiene lo que entraña una disminución de la reserva. Esto conduce a una baja general en el organismo.

1.2.4. Distribución del Silício en el seno del organismo. 


En los animales (incluyendo al hombre), el Silício se encuentra bajo una forma ligada, que nunca ha sido totalmente caracterizada. Posiblemente presente bajo forma de ácido silícico o de silabario, y podría tener un papel en la organización estructural de ciertos muco polisacáridos (Nielsen, 1994).
Se encuentra Silício en los tejidos conjuntivos somo la aorta, la tráquea , los tendones, los huesos y la piel. En la sangre, el Silício no está unido a una proteína pero existe en la forma de ácido silícico. (Carlisle, 1984). El Silício no está presente mas que en estado de trazas en el corazón, el cerebro y los riñones mientras que abunda en los riñones, el bazo, las glándulas suprarrenales y la piel. Algunas cifras se indican en la tabla siguiente, representando las concentraciones en diferentes órganos del cuerpo humano, expresados en mg por Kg de tejido, etc.








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